Veamos cómo algunas características de niños, niñas y adolescentes con Altas Capacidades pueden explicarse desde la mayor conectividad en lo que se denomina la red de modo predeterminado o DMN (Gómez-León, 2020).

La DMN es un sistema de áreas cerebrales conectadas que muestran una mayor actividad cuando una persona no se centra en lo que está sucediendo a su alrededor. La DMN es especialmente activa, cuando uno se involucra en actividades introspectivas como soñar despierto, de manera divergente, lo que nos acerca a la esfera de la creatividad en un sentido amplio.

La red de modo predeterminado también está activa cuando una persona está enfocada en alguna tarea mental. Pero es un estado de reposo, cuando una persona no está ocupada en ninguna tarea mental rigurosa, orientada externamente, cuando la mente cambia predominantemente a modo predeterminado.

Pues bien, las neurociencias ponen de manifiesto que los cerebros con Altas Capacidades tienen una mayor conectividad dentro de la DMN, lo que puede contribuir a su capacidad para generar ideas y soluciones novedosas, pero también puede ser un factor de dificultad por el que las personas superdotadas sean más vulnerables a tener crisis emocionales o de sentido recurrentes en su vida. Y la adolescencia es una etapa crítica al respecto.

Los sujetos con Altas Capacidades también muestran diferencias en el procesamiento de la información sensorial. Pueden tener una mayor sensibilidad a estímulos sensoriales, como el sonido, la luz o el tacto, lo que puede resultar abrumador o causar distracción en ciertos entornos y probablemente expresar una mayor capacidad para seleccionar las informaciones relevantes y enfocarse en lo que es importante en entornos desordenados o en los que es preciso construir patrones compresivos desde la capacidad de abstracción.

Otra área de diferencia es la forma en que las personas que se sitúan en ese extremo de la curva de Gauss procesan la información emocional. Pueden ser más sensibles a las señales emocionales y tener una mayor capacidad para reconocer y regular sus propias emociones como adultos. Esto puede estar relacionado con el aumento de la conectividad entre la corteza prefrontal y la amígdala, una región cerebral que desempeña un papel clave en el procesamiento emocional como vimos en la entrada «Neurociencia de las Altas Capacidades (ii)».

Por otro lado, los niños, niñas, adolescentes y adultos jóvenes pueden sentirse abrumados por sus emociones intensas, ya que sus cerebros y sistemas nerviosos altamente sensibles no están completamente desarrollados. Esa amplificación emocional con la experimentan el mundo les confiere una percepción subjetiva de su forma de ser y estar que frecuentemente desborda a los otros y de la que es extraordinariamente trascendente tomar consciencia. Pero volveremos a ello más adelante.

Los niños pequeños, además, suelen carecer del lenguaje necesario para expresar verbalmente lo que están experimentando emocionalmente. Muchos sujetos con Altas Capacidades procesan la información emocional antes que la cognitiva, lo que puede dar lugar a una intensa atracción hacia sus intereses, resistencia fuerte hacia tareas que no son deseables para ellos y fatiga emocional.

Por todo ello, niños, niñas y jóvenes con Altas Capacidades necesitan un acompañamiento educativo paciente y comprensivo para construir estrategias de afrontamiento de vida y transitar con el mayor equilibrio posible sus distintas etapas de desarrollo.

Gómez-León, M.I. [María Isabel]. (2020). Psicobiología de la alta capacidad intelectual y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad. Diagnóstico diferencial. Psiquiatría Biológica, Volumen 27, Issue 3, September–December 2020, Pages 96-104.
https://doi.org/10.1016/j.psiq.2020.06.003