Una respuesta necesaria para el futuro del medio rural.
“El futuro del medio rural pasa por apoyar las iniciativas concretas de los sectores que están orientados a los jóvenes y a las mujeres, de todos aquellos que se quieren quedar en el territorio” — afirmaba Pilar González Fidalgo durante unas Jornadas de la Red Rural Nacional y la FEMP.
Esa idea, tan clara como contundente, resume una de las principales motivaciones del proyecto ECO: si queremos que los pueblos sigan vivos, necesitamos escuchar a quienes quieren quedarse y construir su vida en ellos.
Con el territorio, desde el territorio
ECO parte de una convicción: no se puede transformar el medio rural sin contar con quienes lo habitan. Como señala Isabel Gimeno, se trata de “venir al territorio con el territorio”, entendiendo las inquietudes, escuchando las voces jóvenes y adaptando los proyectos a realidades diversas.
En este caso, las realidades son contundentes: dispersión poblacional, baja densidad de población juvenil, falta de oportunidades, dificultad de acceso a servicios, y un saldo migratorio que sigue siendo negativo. Aunque ha habido procesos de repoblación, no han sido suficientes para revertir la tendencia estructural de despoblación en zonas como Sobrarbe o los Altos Pirineos.
¿Por qué centrarse en la juventud?
Porque la juventud rural no es solo el futuro: es el presente activo y transformador de nuestros pueblos. Las políticas de desarrollo rural que no colocan a los jóvenes en el centro están condenadas a perder una pieza clave del rompecabezas. Así lo advertía el INJUVE en su informe “Juventud rural y desarrollo” (2018): los proyectos que apuestan por la juventud son esenciales para la regeneración económica, social y cultural de los territorios rurales.
ECO responde a ese desafío con una propuesta integral que cumple los principales criterios de calidad definidos para proyectos con impacto real en la juventud:
• Innovación social y metodológica.
• Mejora directa de la calidad de vida y del bienestar integral de los/as jóvenes. • Participación activa de la juventud como agente de cambio.
• Sostenibilidad y continuidad más allá de la duración del proyecto. • Enfoque transformador a medio y largo plazo.
Lo que ECO ofrece
ECO proporcionará a las personas jóvenes que participan:
• Competencias emocionales, sociales y ocupacionales para desenvolverse en su entorno.
• Herramientas para una participación activa en la comunidad.
• Oportunidades de aprendizaje vivencial, de conexión con la identidad local y de exploración de su futuro personal y profesional sin necesidad de abandonar su territorio.
• Espacios de encuentro transfronterizo, que permitirán ampliar horizontes, compartir experiencias y generar redes europeas de juventud rural.
Construir Europa desde lo local
Uno de los elementos más potentes de ECO es su carácter transfronterizo. En un contexto como el de los Pirineos, donde las dificultades geográficas y demográficas se suman a la división administrativa entre países, la cooperación entre territorios es más que una oportunidad: es una necesidad estratégica.
Como señalaba José Manuel Charro en 2022, la cooperación transfronteriza puede convertirse en un motor para reducir los desequilibrios territoriales, sociales y económicos. En este sentido, ECO también es una apuesta por la construcción de una Europa más cohesionada, más próxima y más rural.
En resumen, ECO nace de la escucha, se construye desde el territorio y mira hacia el futuro con esperanza y compromiso. Porque el medio rural no está vacío: está lleno de posibilidades. Y la juventud es una de sus más valiosas semillas.

