La comprensión sobre las Altas Capacidades está construida en gran medida a partir de pre-juicios y estereotipos. Bastaría con hacer una búsqueda en la red para comprobarlo en la información que simbólicamente comunican las imágenes relacionadas con la búsqueda.

Esta comprensión basada en juicios previos y en atributos asignados de antemano condiciona lo que buscamos encontrar a la hora de identificar algunos indicios que nos lleven a identificar Altas Capacidades en niños, niñas y jóvenes.

Desde una mirada simplificada de las Altas Capacidades probablemente nos interrogaríamos sobre el tema únicamente desde la consecución de determinados resultados, la manifestación de determinadas evidencias, y probablemente a partir de un inesperado diagnóstico o sospecha (por los motivos que fueran) nos llevaría a expresar nuestra extrañeza en forma de un “¡Yo no lo veo!” o un “¿Eso cómo va a ser si ha suspendido dos asignaturas?”.

En consecuencia debemos saber qué mirar o qué esperar en el caso de que estas Altas capacidades se expresen desde un modelo comprensivo que refiera a toda su complejidad y toda su diversidad dentro de la diversidad. Porque lo cierto es que las Altas Capacidades se expresan a veces desde edad temprana y a lo largo del proceso evolutivo de los sujetos.

Cuánto tiempo y cuánto bienestar ganaríamos si no esperáramos encontrar a chicos y chicas con birretes y bombillas suspendidas sobre sus cabezas o que pasan sus horas buscando una solución a los más remotos e intrincados problemas de la física o las matemáticas.

Porque si buscamos o esperamos con referencia a un modelo comprensivo no pertinente nos pasarán como desapercibidos una gran cantidad de niños, niñas y adolescentes y desconfiaremos o negaremos que determinadas personas tengan unas necesidades específicas de acompañamiento educativo y, lo que es de una extraordinaria importancia, obviaremos la trascendencia de considerar la dimensión socioemocional de los sujetos con Altas Capacidades para buscar un desarrollo que incluya estrategias de afrontamiento y competencias para su bienestar emocional.