Altas capacidades

Niños, niñas y adolescentes con Altas Capacidades pueden desplegar sus emociones, aunque desde la diversidad, de una manera característica que supone una forma cualitativamente diferente de ser y estar en el mundo. 

Comprender su manera de sentir, de pensar, de actuar requiere atender a su desarrollo emocional e implica entender que las propias experiencias intelectuales les pueden afectar emocionalmente desencadenando situaciones que no facilitan el desarrollo de sus capacidades o pueden desarrollarlas arrastrando situaciones de malestar o sufrimiento emocional (personal y familiarmente).

Desde luego que todo puede ir bien y estar viviendo una situación bien adaptada, pero en algún momento, como les ocurre a todas las personas, necesitarán disponer de herramientas para afrontar emocionalmente sus vidas desde un mejor conocimiento de sí mismos.

Los adolescentes en muchas ocasiones han tenido un diagnóstico tardío; han pasado por etapas con comportamientos más o menos disruptivos que han podido dificultar su adaptación; su rendimiento académico ha bajado e incluso se han normalizado algunos suspensos; incluso, se han podido patologizar algunos de sus rasgos en desarrollo. En esta etapa crítica hacia la adultez necesitan, además de herramientas emocionales, saber qué está ocurriendo en su cerebro para dotar de sentido e importancia el proceso de trabajo de cada uno consigo mismo, en medio de relaciones interpersonales saludables y positivas que ayuden a la construcción de su identidad y en busca de sus pasiones y el lugar que quieren ocupar en el mundo.